viernes, 16 de marzo de 2007

LA REDENCIÓN DEL SIERVO SUFRIENTE

Investigación documental de BALBIER MARTÍNEZ MÉNDEZ
INTRODUCCIÓN

En Isaías 40-66 se ve lo que hará el Siervo sufriente cuando se manifieste como Rey. El triunfo del Siervo habría de ser tan notable que aun los líderes de las naciones quedarán sobrecogidos ante la maravilla de lo que ellos contemplarán. Los hombres verán la victoria del Siervo sobre las aflicciones que inocentemente sufrió. Entonces ya no estará más como siervo sino como Rey; juzgará a los vivos y a lo muertos, y los que le traspasaron y se burlaron de él irán al castigo eterno, mas los que le aceptaron como Señor y Salvador, irán a gozar de sus bendiciones eternamente. Este triunfo tiene que ver con el regreso del Señor en su segunda venida. Será una día maravilloso por el regocijo de los que le esperan como Señor y Rey, pero también un día de tristeza para los que le traspasaron y le rechazaron como Señor y Salvador. (Gilber L. Guffin).

I. IDENTIFICACIÓN DEL SIERVO.

De entrada, el Siervo es la nación de Israel, llamada a un servicio especial de testimonio de Dios en el mundo; pero las profecías pasan de Siervo-nación para enfocarse en el Siervo-Mesías, en cuyas manos todos los propósitos de Dios prosperarán. (Erneto Trenchar)
Tradicionalmente se han dado varias sugerencias para la identificación del Siervo:
1. La nación de Israel.
2. Un remanente piadoso del pueblo elegido, Israel.
3. Israel ideal.
4. Isaías, Moisés, Jeremías.
5. Jesucristo, el Hijo de Dios.
Es cierto que algunos pasajes bíblicos identifican a Israel como el siervo (41:8; 44:1,2; 48:20; 49:3); no obstante desde la perspectiva gramatical e interpretativa del contexto de los capítulos, la quinta sugerencia, la mesiánica individual, parece ser la más aceptable. Por ejemplo, el Siervo iba a restaurar el remanente de Israel (49:6), era sin pecado, murió y resucitó (53:9-12). Estos textos no se aplican fácilmente a la nación judía, aun si fuera el Israel ideal. (Andrés Glaze).
Todos los cristianos conocedores de este tema, son unánimes en aceptar que quienquiera que haya sido la persona que el profeta tenía en mente, sólo el Señor Jesucristo crucificado cumple adecuadamente el cuadro pintado en su profecía. (Christopher R. North).

II. LA MISION DEL SIERVO.

En Isaías 49:1-13, se presenta el Mesías hablando él mismo, manifestando el objeto de su misión, su agudo sentido de fracaso y su confianza en la recompensa divina final. Se habla de la comisión del Siervo como de un honor del Dios que lo escogió desde antes de su nacimiento para ser el restaurador de Jacob y el redentor de Israel. Sin embargo su comisión no está limitada a una sola nación, porque sería muy pequeño servicio redimir solamente a una sola nación o tribu. De ahí que la promesa del Eterno sea dar luz y
salvación a todas las naciones de la tierra. El programa salvador de Dios comprende a un mundo perdido e implica una salvación universal. (Alfred Martin).
El Siervo sufrirá por su pueblo para librarlo de sus pecados, por medio de su muerte en la cruz. El ocupó el lugar de todos los pecadores, recibiendo el juicio de Dios contra el pecado. Con su sangre limpiará de todo pecado al que lo reciba como su Señor y Salvador personal por fe en sus promesas. (Rosa E. Price).

III. CONSOLACIÓN Y SALVACIÓN DEL SIERVO.

La consolación que se menciona en Isaías 40:1, 2, es tanto para los exiliados como para la ciudad madre en la lejana patria. Jerusalén, personificada como mujer, viene a ser un paralelo a "pueblo mío", lo cual da la idea de la comunidad del pueblo de Dios. Esto en términos cristiano ha llegado a ser sinónimo de iglesia. (Christopher R. North
El mensaje de Dios es de consuelo y de seguridad para todos sus hijos. En ninguna ocasión, antes de que el Señor Jesús estuviera al lado de las adoloridas hermanas de Lázaro, frente a la tumba de éste, se encuentra expresado de una manera más memorable, el interés consolador de Dios que en Isaías 40. (Gilbert L Gufin).
Pablo comprendió que las prometidas misericordias firmes de Dios a David, fueron derramadas en la persona de nuestro Señor Jesucristo. Pero esto no cambia la posición ya establecida de que por medio de Israel, los confines de la tierra habrían de llegar a conocer el mensaje de salvación que Dios, en su infinita misericordia, había hecho asequible a la humanidad caída, perversa y pecadora. ((Ibíd.).
La invitación que Dios hace de salvación es para todos los hombres, no se hace acepción de persona. Por esto es urgente que los cristianos den a conocer este mensaje para que la gente pueda venir arrepentida a la presencia redentora de nuestro Señor Jesucristo. Dios hace esta invitación, ahora, con amor; pero va a llegar un día de arreglar las cuentas, en ese día, Dios actuará con justicia. Entonces la invitación habrá quedado cerrada y no habrá más oportunidad de salvación, los planes de Dios ya está determinados en todo; va a llegar el día cuando haga su juicio, ese día será de castigo para todos los desobedientes a su mensaje de salvación. (Andrés Glaze).

IV. EL RECHAZO DEL SIERVO.

Todo mundo sabe de la película hecha por un productor no cristiano. En esta película se exhiben escenas relacionadas con la crucifixión del Señor Jesús. Es raro que tuvieran que pedir el consentimiento del papa para que la pudieran exhibir públicamente. Muchos decían que esa película no se debería exhibir porque tiene muchas escenas muy fuertes; pero lo cierto es que la película se queda corta, porque Isaías presenta el sufrimiento del Siervo tan real que no hay necesidad de ver películas para conocer la forma tan cruel que el Siervo de Jehová sufrió por los pecadores.
Fue menospreciado por la manera callada y discreta de allegarse a los hombres, por su pobreza y humildad, por su carencia de pompa mundana y atractivo personal. Pero por
Lo que Dios estaba a punto de realizar a favor de Israel,
no era un asunto local, ya que toda la tierra será testigo
del evento. En la liberación y redención, también estaban
llamadas a ver revelada la fortaleza del Señor, todas las
naciones de la tierra. (Ibíd.).
sobre todo, lo menospreciaron por la ceguera espiritual y pecada que había en ellos. (Merril F. Unger).
El mundo y los suyos los rechazaron, el Siervo fue varón de dolores y quebrantado en su persona. El quebranto se refiere a que tuvo enfermedades, dolencias y dolencias, sufrió desprecios y limitaciones. Esto no se refiere a que haya tenido lepra, como algunos suponen; sino también a que el pecado del hombre que él tomó le debe haber sido como fiebre que le quemaba hasta el alma, y esto le causó enfermedad en su cuerpo. (Andrés Glaze).

V. HUMILLACIÓN Y EXALTACIÓN DEL SIERVO.

La Biblia enseña que el Siervo iba a salir triunfante en su batalla con el pecado. Es cierto que iba a sufrir, pero a pesar de ello, el Siervo triunfaría; y los hombres quedarían asombrados por su triunfo. Por lo difícil de su misión, pareciera que no iba a poder cumplirla; sin embargo, el hecho de sufrir, lo preparaba para su exaltación al final de su tremenda misión encomendada. (Ibíd.).
El contraste –humillación y exaltación- hace hincapié en el hecho de que de la misma manera que los hombres estarían admirados del espectáculo de las aflicciones del Siervo, así quedarían atónitos e impresionados ante el espectáculo de su gloria. (Gilbert L. Guffin).
La exaltación máxima del Siervo será cuando regrese en gloria, porque él volverá. Habrá tierra nueva y cielos nuevos; y la santa ciudad, la nueva Jerusalén tendrá al Siervo exaltado. Esto no tarda en acontecer; sólo Dios sabe el día y la hora de tan glorioso acontecimiento. (Andrés Glaze).

VI. VICTORIA FINAL DEL SIERVO.

En su misión como siervo, el Señor Jesucristo fue humillado en toda la extensión de la palabra, pero está establecido por Dios un día de juicio para todos los inicuos que se han burlado de su santa persona. Este día va a ser de vergüenza para los incrédulos, pero de gozo y gloria para los elegidos. Regresará el Siervo con poder y gloria, ya no vendrá como siervo sino como juez para pagar a cada uno según su obra.
El amor por los pecadores, hizo que Dios enviara a su Hijo al mundo como siervo la primera vez. Aun queda algo que Dios va a realizar para completar su obra, esto tiene que ver con el regreso del Siervo. Pero su regreso va a ser en gloria y poder; ya no vendrá como niño, o como hombre de quien todo mundo se burló impunemente, sino como Juez, Rey y Señor. Volverá para juzgar y condenar a los que le traspasaron y no le aceptaron como Señor y Salvador. En este acontecimiento habrá tres resultados: 1). Destrucción los enemigos de la cruz (Is. 63:1, 6). 2). Manifestación de su gran poder, 3). Consumación final de la redención de los elegidos. (Ernesto Trenchar).

VII. EL REINO DEL SIERVO.

La Biblia habla de un periodo del reino del Siervo, éste se desarrolla en la tierra, el cual será de acuerdo a ciertas leyes naturales existentes en la actualidad. Se plantan viñas y se edifican casas; los hombres viven mucho tiempo, pero la muerte puede llegar a ellos. El otro reinado es eterno, aquí se rebasan los límites de un reino terrenal, este reino consta de una nueva creación, de cielos nuevos y tierra nueva. En Apocalipsis 201-21:1 se relata todo el orden de estos acontecimientos; en este pasaje se habla del reino eterno, donde no habrá muerte, ni tristeza, ni dolor para los elegidos, los hijos de Dios. (Ralph Earle).

CONCLUSIÓN.

Con el Señor Jesucristo, el Siervo de Jehová, se inicia una nueva era, en esta nueva era pensaba Isaías. Los antiguos israelitas eran salvos por la fe puesta en Jehová cuando sacrificaban el cordero para el perdón de sus pecados. Los hombres de esta nueva era son salvos de la condenación por la fe puesta en el Señor Jesucristo, quien murió en la cruz para redimir a los pecadores de la condenación eterna. Con el Siervo también termina la era del comienzo, la nueva era, termina con la tumba vacía y se inicia la era final. Con la resurrección del Señor Jesús se aseguró la victoria final. Pero queda pendiente otro gran acontecimiento: la segunda venida del Mesías, el Siervo de Jehová, con el cual finaliza la obra de la redención del hombre. Todo esto es la culminación del Siervo de Jehová a favor de los pecadores que se arrepientan de sus pecados.

bmartinezmendez@yahoo.es

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